La Congegación del "Rebaño de María" nació en Cádiz. Las primeras hermanas tomaron el hábito franciscano en la Iglesia de Capuchinos, y fue en el barrio de la viña donde comenzó su andadura.

HOJA INFORMATIVA Nº 6 MARZO 2009 - La Sociedad Gaditana de 1876

miércoles, 14 de enero de 2009
 
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La sociedad gaditana de 1876, amante del liberalismo e influenciada por el tráfico marítimo, es fiel reflejo de la agitación política del momento, el grupo de comerciantes enriquecidos al mismo tiempo son la clase dirigente de la ciudad, entre ellos hay masones, protestantes, que, amparados en la Constitución y en la cercanía a Gibraltar, se hacen presentes en la ciudad.

La clase trabajadora dependiendo en parte, de la carga y descarga de los buques, los mas arriesgados embarcados en navíos, las mujeres en el servicio domestico, y las menos, en la fábrica de tabaco (cigarreras) no muy bien vistas en la ciudad.

Los niños, sin obligación de asistir a escuelas, ya que donde existían eran escasas. Estos pequeños se dedicaban unos, a recoger carbonilla en el muelle, vender fósforos, otros a recorrer las calles con sus travesuras, peleas, rompiendo cristales, mendigando, muchos de ellos huérfanos ya que esta ciudad azotada varias veces por el cólera dejaba muchos hogares desolados.

Este colectivo infantil se convirtió en el punto de mira de todos, las autoridades exigían escuelas municipales amparados en la Ley Moyano, también piden que los recojan en asilos benéficos para borrar de la ciudad el mal aspecto que causaban estas bandas de pillaje.
La Iglesia, preocupada, intenta dar respuesta a las necesidades del pueblo abriendo unas escuelas católicas en el convento de Santo domingo donde atienden parte de esta niñez necesitada.
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Para contrarrestar esta propaganda el obispo Fray Félix Mª de Arriete y Llanos abre escuelas católicas y apoya las inquietudes del clero, entre estos está don Francisco de Asís Medina y Muñoz como cofundador y director de las escuelas de María Madre del Buen Pastor, que busca entre conocidos, colaboradores para esta tarea. Entre las señoras que asisten está María de la Encarnación Carrasco Tenorio, que ardía en celo por la salvación de las almas y por acoger y ayudar a niñas necesitadas.
(Continuará)

TESTIMONIOS:

“Mi tío, el P. Francisco de Asís Medina, siempre sintió el deseo de fundar y en verdad tenia cualidades para ello, aunque la situación económica se lo hubiera impedido si no hubiera dado con un temple e idéntica inquietud en la Madre Encarnación y la tenacidad de llevar a cabo la obra.

Al visitar a esta Madre y encontrarla en una habitación en que tenia reunidas a un grupo de niñas, aseándolas, dándoles alimento, instruyéndolas, etc. Al decirle que no podía continuar así, contesto: veis esto como un disparate, pero el día que me vean con muchas, colegio y comunidad no se reirán.
Esto se comento creyendo que había perdido la cabeza debido a la falta de alimento, pues se lo daba todo a las niñas. Cuando la vimos con todo lo que ella había deseado nos admiro su predicción.”
Juana medina
(Sobrina de nuestro cofundador P. Medina)

PENSAMIENTOS

“La modestia, la paz y la mansedumbre que los demás noten en vuestro exterior sea el indicio y prueba de la pureza de vuestros corazones”
Madre Encarnación

FAVORES

Soy una devota y admiradora de madre Encarnación Carrasco Tenorio, Fundadora de las Hermanas Terciarias Franciscanas del Rebaño de María, Congregación nacida en Cádiz.

Desde muy pequeña me eduque en el colegio de Cádiz de chicas hermanas, siempre oía hablar de la Madre Encarnación, de su amor a las niñas, a los ancianos, a los pobres, en fin a todos los necesitados, admirándome lo que hacía por todos. Fuí creciendo con ese amor hacia Madre Encarnación a quien yo me encomendaba con frecuencia.
Me casé y después de tener a mi primer hijo empecé a sentirme muy mal, tenía muchos dolores, visité al médico y éste me dio el ingreso para el hospital de San Juan de Dios. Me hicieron muchas pruebas, al final de ellas el médico me diagnosticó un carcer de vientre. Sentí mucho miedo, no quería morirme, pensaba en mi hijito de pocos meses, en mi marido y en muchas cosas más.
Me encomendé de verdad a Madre encarnación y a partir de entonces recobré la serenidad y poniéndome en manos de Dios y del médico cirujano me operé. Apenas desperté de la operación el médico me dijo que no había nada grave, que dentro de pocos días me encontraría recuperada y así fue.
Reonocí enseguida que era un favor de Madre Encarnación y desde entonces creció más mi amor y confianza en ella.
A.A.S.
(Antigua Alumna)
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agradecimientos, dirigirse a:
HH.TT. Franciscanas "Rebaño de María"

C/Costa Rica, 5 - 11004 Cádiz


















 
 
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